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¿Feliz Año Nuevo?

Por: *Winston Samuel Ojeda
Autor del libro: “¡Claro que Sí se Puede!”

En este principio de enero, han continuado los abrazos virtuales con la consabida frase de “Feliz Año Nuevo”, situación que se repite cotidianamente en video conferencias, aislados reencuentros de café, mensajes en redes sociales, correos electrónicos, etc

Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una.Voltaire

En realidad, todo parece muy bonito, pero ¿Qué significado puede tener para ti toda esta palabrería? ¿Cómo puede este 2021, ser particularmente “Feliz” en tu caso?

Una de las fallas más frecuentes, es que muy pocos aprendemos a sopesar y comprobar nuestros resultados; es decir se nos pasan los meses y no pensamos o no queremos pensar en nuestros resultados. ¡No los queremos enfrentar!

En el mundo competitivo en que vivimos, lo único que cuenta son los resultados. Es decir, en la vida real, ya se trate de negocios o de metas personales, lo único que es visible son los resultados. O tienes buenos resultados o no los tienes.

Por ejemplo, acerca de tu negocio, existe una manera de saber si tienes resultados o no y ésta es, que tienes ingresos de sobra o que lo que ganas no te alcanza. En un nivel personal, que has dejado el cigarro o no lo has dejado. Que has hecho ejercicio con regularidad o no lo has hecho. En otras palabras, todas estas cosas se pueden corroborar. Tan simple como eso.

Ahora, en el terreno espiritual o intelectual, la cosa se pone más difícil, porque nadie quiere tocar estos temas o simplemente en lo personal, te da flojera hacer un análisis de tus supuestos resultados.

Para iniciar, puedes preguntarte si este año sientes más armonía y paz que el año anterior. Si has aprendido de los errores cometidos, para no repetirlos nuevamente. Si has leído y puesto en práctica los consejos de los triunfadores. Si aprendiste la lección y no sigues gastando más de lo que ganas.

Normalmente no le dedicamos tiempo a este tipo de cosas tan importantes, porque estamos muy ocupados -como dice la célebre Mafalda- con cosas dizque “más urgentes”. Y así se nos pasa la oportunidad de evaluar nuestros resultados.

Decía el teólogo escocés Thomas Chalmers, “La dicha de la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar”, frase que encierra sabiduría pura, para meditar no solamente en época de Año Nuevo, sino en cualquier momento.

Sin embargo, si te atreves a tocar estos tópicos con tus amigos o familiares, la mayoría de las veces, recibes como respuesta, una risita nerviosa, seguida de un cambio brusco del tema o la burla del interlocutor que no está acostumbrado a hablar de esto.

Es frustrante comprobar con qué frecuencia sucede esto, si es que alguien se atreve a intentar hablar de cuestiones como las mencionadas. Nadie tiene tiempo, todo mundo está ocupado, o muy cansado y en general el ajetreo diario no les deja tiempo para estas “nimiedades”.

Simplemente se estila hablar en las reuniones, de las fortunas que ganan los deportistas, de los chismes acerca de los artistas, las estupideces referentes a los llamados “reality shows”, las críticas mordaces a familiares y amigos -que por supuesto no se encuentran presentes-, etc., menos de los resultados importantes, que son los nuestros.

No obstante, si piensas bien el significado de “Feliz Año Nuevo”, esto quiere decir en términos personales, que te vaya mejor en este 2021 a ti y a tu familia. Esto incluye aspectos monetarios, personales, espirituales, intelectuales y por supuesto familiares.

Desde luego pensando que todos esos deseos, sean reales y no de dientes para afuera, como frecuentemente sucede. Porque parece broma, pero no lo es, ¿eh?

Regresando al mundo de los negocios, hay preguntas que son de vital importancia, porque en su respuesta están claramente definidos los buenos o los malos resultados. Así, por ejemplo, es sencillo comparar si el mes pasado fue mejor que otro y así de la misma manera se puede evaluar si fue mejor el 2020 que el 2019.

Es claro que la contingencia ha representado un gran desafío, que se suma a los retos que cada día los profesionales de diversos ámbitos enfrentamos en nuestras vidas.

El impacto económico y social al que debemos hacer frente debido a la
pérdida de empleos y a la nueva forma de hacer negocios, modificará durante este nuevo año la forma de vivir, trabajar y comunicarnos. En pocas palabras, es todo un reto.

Tomando como ejemplo a un atleta que ha superado grandes obstáculos, tenemos al joven lanzador mexicano Julio Urías que en 2020 saltó a la fama por su aplomo y sus aportaciones para que los Dodgers se coronaran durante la llamada Serie Mundial de las Ligas Mayores.

El pitcher zurdo, originario de La Higuerita, un pequeño poblado cercano a Culiacán nació con un tumor en su ojo izquierdo que se mantiene casi cerrado tras múltiples cirugías, aunque conserva vista parcial en ese orbital, no obstante, para él no ha sido obstáculo ya que asevera: “Dios me dio un ojo izquierdo malo, pero un brazo izquierdo bueno” y con esa frase ha marcado el camino que ha seguido en su vida para llegar hasta la cúspide.

En tu caso particular, el 2021, el reto para ti consiste en tener una actitud mental positiva y dejar atrás todo lo difícil que haya podido ser el 2020 y decidir de una vez por todas cómo sería un Feliz Año, es decir, establecer metas, decidir como las vas a alcanzar, definir cuanto tiempo diario les vas a dedicar, cuántos libros y qué libros vas a leer para enriquecer tu intelecto y estar mejor preparado.

A qué hora te vas a levantar para aprovechar tu día, cuántos minutos vas a meditar para conectarte con la “Mente Maestra” y así visualizar tus sueños; a qué hora te vas a acostar –sin ver las noticias por supuesto- para descansar y estar fresco en la mañana.

Los resultados vendrán, en la medida que te prepares y cuando los alcances la felicidad será parte de ti, porque la satisfacción de lograr algo positivo, ayudará a que te sientas realizado, te hará un mejor ser humano y te permitirá comprobar que fuiste creado para triunfar.

Dedícale a este importante aspecto, el tiempo que sea necesario, para diseñar tu propio programa, ya que en realidad la vida está llena de
ejemplos que te enseñan a afrontar los retos cotidianos, si como mencionamos anteriormente, encuentras el verdadero significado de la
tan trillada, – que no por eso, menos importante frase- de “Feliz Año Nuevo”.

Un viejo sabio dijo: “Tus hechos hablan tan alto, que no puedo escuchar tus palabras” Dicho de otro modo al final del año, lo único que contará serán tus resultados, de manera que tus palabras saldrán sobrando. Analiza esta gran verdad, que va de la mano de la realidad que te rodea. O tienes buenos resultados, o no los tienes. Tan simple como eso.

De corazón te deseo que la felicidad sea parte de ti en este 2021. Que cuando des un abrazo de buenos deseos la próxima vez, sepas claramente y sin ninguna duda, en qué consiste decir ¡Feliz Año Nuevo!

¡Que Dios te bendiga!

*Winston Samuel Ojeda es mexicano de nacimiento y tiene más de 30 años de experiencia impartiendo conferencias y seminarios de superación personal. Su oratoria impactante y amena, abarca temas que se relacionan con el crecimiento personal, el liderazgo, la familia y el network marketing.

Envía tus comentarios a: hola@claroquesisepuede.com

Mensaje del Año Nuevo 2021

Por: *Winston Samuel Ojeda. Blog: Mensaje del Año Nuevo 2021
Autor del libro: “¡Claro que Sí se Puede!”

Hola, me llamo 2021, aunque todos me conocen con el poco original nombre de “el año que entra”. Todavía no tengo forma. Puedo ser un año increíble, pero también puedo ser horrible.

No soy brillante ni opaco, en realidad, dependo de ti, de tu manera de pensar, de tu actitud, de tu manera de actuar. ¿Cómo quieres que sea?

Mi antecesor el 2020 está agonizando y lo enterrarán dentro de pocos días con el último toque de campana a las doce de la noche. Pronto será parte del pasado, guarda de él las buenas remembranzas para recordarlas en momentos de nostalgia.

Ya sé que en estos momentos muchos no quieren ni acordarse del que será mi antecesor, sin embargo, a pesar de las dificultades, el encierro y el temor que ha generado también ha dejado grandes lecciones que han hecho que las familias y los amigos se hayan unido más que nunca y más allá de las circunstancias complejas que la contingencia nos ha traído, podemos despedirlo con agradecimiento.

Las fiestas de este fin de año han sido atípicas en todo el mundo debido a las restricciones sanitarias impuestas por la pandemia, no obstante, los festejos han sido una excelente oportunidad de reencuentro entre parientes y viejas amistades.

Por otro lado, pronto usarás esa agenda que lleva mi nombre y como lleva mi nombre, tengo derecho a exigirte algo: Deseo que me concedas un privilegio. Sólo uno. Quiero que me hagas EL MEJOR AÑO DE TU VIDA.

A ver… ¿cuál de tus otros años te había pedido esto? Te apuesto que ninguno. Yo sí, vengo y me planto con mis cuatro números frente a ti, porque quiero ser el año en que te atrevas a hacer más cosas; el año en que pienses y actúes más en grande, en que compartas tu intelecto y tus capacidades con mayor generosidad; el año en que tu mente y tu corazón produzcan mejores cosas, en una forma honesta, para tu beneficio y el de los que te rodean. El año en que más cariño y atención brindes a los tuyos.

Me uno para despedir al que para muchos fue fatídico 2020. Ya se va. Sus problemas y vicisitudes se van con él, así que nada de rencores. 

Haruki Murakami, el exitoso novelista japonés, nos comparte una frase que no tiene desperdicio y que dice así: “Cuando salgas de la tormenta, ya no serás la misma persona que había entrado en ella. En eso consiste la tormenta”, de modo que mírate en un espejo y observa si la metamorfosis que has sufrido valió la pena y fue para hacerte más fuerte. 

Porque pese a que muchos han perdido sus trabajos, otros, a sus seres queridos y amigos y algunos otros sobreviven en constante zozobra, la mayoría ha hecho su mejor esfuerzo para soportar el vendaval y ya me esperan con ansias.

De modo que ahora me toca a mí. ¡Por favor! Disfrútame, úsame al máximo, lléname de experiencias, diviértete mientras estamos juntos.

Y me planto frente a ti con mis cuatro números porque quiero ser, el año en que te atrevas a intentar más cosas, de hecho, la gran variedad de emprendimientos que han surgido de la pandemia son un ejemplo de cómo el ser humano puede reinventarse en las situaciones más adversas.

Se dice que de las crisis han salido los más impactantes inventos y los avances científicos y tecnológicos más espectaculares. En ese sentido el 2020 ha sido muy duro, pero ha dejado un sinfín de experiencias.

Por tal motivo, quiero ser el año en que tu mente, corazón y espíritu produzcan mejores cosas, de una forma honesta para tu beneficio y el de los que te rodean.

El año en que pongas en práctica lo aprendido en el 2020 y des más cariño y atención a los tuyos. 

El año en que más te ames.

Que el despertar y tu nueva conciencia llegue a todos los que están cerca de Ti.

Quiero irme el siguiente diciembre agotado, pero lleno de cosas buenas y con el privilegio de haber sido el mejor de todos. Si es así, habré logrado mi propósito: viviré en tu recuerdo, porque no podrás olvidar lo increíble que fue nuestro pacto.

Al terminar las campanadas del reloj y las uvas que anuncian mi llegada, acuérdate de mí, respira profundo y… luego, no desistas en tu empeño, ¡haz que tus sueños se conviertan en realidad!

¿Qué decidiste? ¿Me acompañas?

*Winston Samuel Ojeda es mexicano de nacimiento y tiene más de 30 años de experiencia impartiendo conferencias y seminarios de superación personal. Su oratoria impactante y amena, abarca temas que se relacionan con el crecimiento personal, el liderazgo, la familia y el network marketing.

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