fbpx

Palabras con Poder

Autor: Winston Samuel Ojeda. Blog: Palabras con Poder

Durante nuestra vida cotidiana repetimos palabras y frases que usualmente pensamos que no tienen ninguna influencia en nuestro diario existir, no obstante, es importante reconocer que lo que dices está relacionado y en conexión con lo que piensas, de modo que, palabras sueltas u oraciones completas repetidas constantemente por mucho que te cueste creerlo, influyen en tu vida de modo determinante.

Por: Winston Samuel Ojeda, consultor, escritor y conferencista

La palabra una vez hablada, vuela y no torna.   
Horacio (65 AC-8 AC) Poeta latino

Pensamientos, palabras, acciones, resultados; esta secuencia se da inevitablemente en todo ser humano, porque así es como funciona la mente, en medio de todo este proceso nos encontramos con las palabras, mismas que te sirven para comunicarte, pero que a la vez juegan un rol importantísimo en tus resultados, dado que éstas tienen la peculiaridad de penetrar profundamente en tu subconsciente.  

Dichas palabras pueden tener una connotación positiva o negativa y dado que como pensamos, nos expresamos y actuamos, el resultado de esos vocablos incidirá directamente en tus resultados cotidianos.

Muchos individuos tienen el pernicioso hábito de no reconocer su verdadero valor y por ende, se hacen menos no solamente ante la vista de los demás, sino en privado cuando hablando a solas consigo mismos, se repiten calificativos despectivos que seguramente no serían capaces de decirles a colegas, familiares o amigos, pero que, sin embargo, ellos se repiten una y otra vez sin la menor consideración.

Si analizas tu pasado seguramente recordarás momentos de tu vida donde sin pensarlo te oyes repitiendo, “¡qué bruto soy!” o “¡soy un bueno para nada!” o “¡nunca lo lograré!”; estas expresiones son sólo algunas de las muchas locuciones que la gente se repite constantemente logrando con ello bajar su autoestima a través de ese sonsonete que como un estribillo se repite una y otra vez, de modo que finalmente penetra a tu subconsciente hasta que lo crees y pasa a formar parte de tu programación.

Lo peor de todo es que ni siquiera te percatas de ello, porque ya es parte de un mal  hábito que te acompaña, el repetir constantemente frases negativas hacia tu persona, como cuando algo se te cae y dices de inmediato “¡ah, qué estúpido soy!”; en otras ocasiones hablando de negocios algo no te sale bien e inmediatamente te oyes decir: “¡no puedo con esto!”, “¡de seguro me van a despedir!”, sin darte cuenta que lo que deberías hacer es exactamente lo contrario, echarte porras repitiéndote una y otra vez frases positivas y de elogio.

Cuando nos motivamos a nosotros mismos o alguien nos dice repetidamente que somos capaces de hacer algo, entonces la confianza se vuelve parte de nuestro ser y abordamos los retos con la certeza de que podemos resolver cualquier situación que se nos presente y por ende asumimos el papel del que triunfa donde quiera que se encuentre. 

Luego entonces, nos damos cuenta de que las palabras tienen poder, ya sea en sentido positivo o negativo, por lo tanto, depende de cada uno de nosotros seleccionar la mejor opción. Hay que recordar que el sistema de repetición funciona y las frases y palabras que se dicen constantemente pavimentan nuestro futuro.

Se dice que en la variedad está el gusto, sin embargo, somos animales de costumbres, por lo que nuestras vidas pueden resumirse a ciclos de repetición, modelos de comportamiento a los que volvemos una y otra vez.

Nuestros trabajos, nuestra vida afectiva y nuestro entorno social son parte del juego que todos jugamos, de hecho, todo parece girar en torno a la repetición, de ahí que en el caso de nuestro yo interno sea de la mayor importancia aprender a repetirnos frases de elogio y ánimo para obtener mejores resultados.

Las palabras se utilizan literalmente para representar nuestra experiencia de vida, pero inciden directamente en nuestras apreciaciones y sentimientos. Por eso mismo, ante un mismo suceso o experiencia cada individuo reacciona de manera diferente: uno violento, el otro disgustado y el tercero simplemente incómodo, residiendo la disparidad de sensaciones simplemente en la interpretación que cada uno ha hecho de las mismas.

Las personas con un vocabulario descuidado y negativo llevan una vida emocional desolada, mientras que las que tienen un vocabulario creativo y positivo habilitan un amplio abanico de alternativas para describir su experiencia no sólo para los demás, sino también para sí mismas.

De hecho, en algunas lenguas nativas americanas no hay una palabra para mentira, guerra o violencia, de modo que al no ser estos conceptos parte de su lenguaje, ni de su modo de pensar, literalmente para ellos no existen. ¡Maravilloso!, ¿no crees?

En conclusión del blog Palabras con Poder, sería ideal reeducar, alimentar y restaurar tu vocabulario, ya que si tú no te dedicas palabras bonitas nadie lo hará. Porque tal y como te ves, así te verán los demás.  

Ahora que ya sabes que las palabras tienen poder, principalmente las que te diriges a ti mismo, practica lo aquí aprendido para beneficio de tu propio bienestar mental y psicológico. Será un proceso divertido y te fortalecerá para afrontar mejor el devenir de tu futuro. Un hombre renovado, una mujer restaurada, emergerán para dar lo mejor de sí mismos.

¡Claro Que Sí Se Puede!

*Winston Samuel Ojeda es mexicano de nacimiento y tiene más de 30 años de experiencia impartiendo conferencias y seminarios de superación personal. Su oratoria impactante y amena, abarca temas que se relacionan con el crecimiento personal, el liderazgo, la familia y el network marketing.

Envía tus comentarios a: hola@claroquesisepuede.com

El Poder de Elegir

Por: *Winston Samuel Ojeda. Blog: El Poder de Elegir.

Autor del libro: “¡Claro que Sí se Puede!”

El mundo entero se aparta cuando ve pasar a un hombre que sabe a dónde va. ~ Antoine de Saint-Exupery

Tú no estás obligado a comprarle a alguien en particular. Además, tampoco estás obligado a trabajar en una empresa determinada. Tampoco tienes que tener amistades que no quieres cultivar. Que ¿por qué? Por la simple y sencilla razón de que tú y solo tú tienes la capacidad de elegir.

Elegir. Eso es lo que se llama tener libertad, -la libertad de escoger entre una cosa u otra- Ahora, la cuestión reside en saber si estás eligiendo lo que tú realmente deseas de la vida. La pregunta que debes contestarte sería la siguiente: ¿Estoy eligiendo lo que me gusta para vivir mi vida plenamente?

Si tu respuesta, es no, porque no tengo estudios suficientes, o porque nací en un barrio muy pobre, o porque soy mujer, o porque soy muy joven o muy viejo, porque ya no tengo tiempo, etc., entonces has caido entre aquellos que sufren de una emfermedad muy generalizada, que se llama “Excusivitis Aguditis”

La verdad de las cosas es que siempre has tenido la libertad de elegir lo que tú quieras, en cada momento de tu vida. Si eres un inválido o eres un menestoroso, puedes tener menos opciones, pero si estás entre aquellos que tienen el privilegio de contar con todos sus órganos o no estás entre los que viven de la caridad, entonces no hay excusa que valga.

Inclusive, puede ser que pienses que no has tenido la libertad para elegir, cuando en realidad, lo que ha sucedido, es que no te has decidido a reclamar lo que por derecho te pertenece.

¿Cómo es que tomas tus decisiones? ¿Basado en qué?

Debería. – Haces lo que crees que deberías hacer.

Para complacer a otros. – Haciendo lo que otros quieren, o haciendo lo que esperan de ti.

Por miedo. – Escogiendo el camino seguro, por miedo a hacer algo diferente.

Por hábito. – De hecho, nunca has pensado en lo que haces, porque estás acostumbrado a hacerlo del mismo modo siempre.

O viéndolo de diferente manera, sabes que posees “El Poder de Elegir” cuando tú decides en base a:

Deseo. –  Eligiendo lo que tú quieres.

Necesidades. – Eligiendo de acuerdo a tus más caros anhelos.

Autenticidad. – Eligiendo con la seguridad de que tú sabes quién eres y sabes el terreno que pisas.

Intelectual. – Te esfuerzas en ser alguien en la vida. 

O sea que estás completamente convencido de que tienes una gran variedad de opciones para escoger y juegas con esas opciones para elegir según tu criterio. Teniendo muy claro lo que tú quieres, existe un propósito al que darle sentido. Con un objetivo, al cual dirigirte, sabrás fácilmente que te funciona para escoger lo más conveniente.

Ahora, hagamos un alto en el camino, para que te hagas otras preguntas:

¿Por qué estoy haciendo lo que estoy haciendo?

¿Cuál es el objetivo que deseo alcanzar?

¿Estoy feliz de hacer, lo que hago todos los días?

¿Me siento realizado porque estoy persiguiendo un objetivo definido?

¡Anota tus respuestas! Sé consciente, de cómo estás utilizando el material del que está hecha tu vida. Es decir, date cuenta como estás invirtiendo “tú tiempo”.

Esto te hará reflexionar y “DECIDIR” si lo que estás haciendo te gusta o en su caso, dejarlo de hacer, porque ¡NO LO QUIERES HACER MÁS!

Nunca permitas, que se te pasen los días, las semanas, los meses y los años, sin saber si lo que estás haciendo ha sido seleccionado por ti. Tampoco te permitas jugar el rol de víctima, porque aquellos que han aceptado ese papel, lo que en realidad han hecho, es que han dejado a un lado “SU PODER DE ELEGIR”

Tú y solamente tú, eres responsable de tu vida. Eres como la estrella de tu propia película. Cuando te “caiga el veinte” de lo antes mencionado, entonces podrás utilizar tu poder interno, para reclamar lo que quieres de la vida y aprovechando tu tiempo hacer las elecciones que te parezcan correctas.

Para que todo salga bien, debes tener la mente abierta. No te debes encerrar en el miserable mundo de la rutina. Selecciona un área donde estés insatisfecho con tu vida y elige hacer algo nuevo, algo que te saque de lo monótono. Arriésgate más, haciendo y comportándote de manera diferente. Pónte tus mejores ropas y camina con orgullo.

El poder de elegir y el valor de cambiar lo que no te agrada, serán parte de tus nuevas herramientas. Muy pronto, estarás sorprendido, de que tan sencillo será lograr lo que te propongas. Tendrás la oportunidad de construir tu futuro, sentando las bases en el presente y olvidándote del pasado.

Solo un recordatorio adicional. El no seleccionar NADA, también es una manera de ejercer tu poder de elegir. En tus manos está, el no caer en esta lamentable opción.

*Winston Samuel Ojeda es mexicano de nacimiento y tiene más de 30 años de experiencia impartiendo conferencias y seminarios de superación personal. Su oratoria impactante y amena, abarca temas que se relacionan con el crecimiento personal, el liderazgo, la familia y el network marketing.

Envía tus comentarios a: hola@claroquesisepuede.com